Post navideño, que también podría llamarse “el árbol de los seis millones de dólares“.
Érase una vez una ciudad del lejano oriente de Rusia, muy conocida por ser estación término del transiberiano y por ser el lugar que menciona de vez en cuando el gran Ibañez (y a donde ha mandado a alguno de sus personajes)……
En esta ciudad, los alcaldes y la gente prominente siempre quieren salir en los medios, y generalmente lo consiguen, aunque no siempre es por buenas noticias.
Para las fiestas (recordemos que en Rusia lo gordo es nochevieja/año nuevo) habían pensado en engalanar la plaza central con un tobogán de hielo, luces, un escenario.. y un tremendo árbol de navidad.
El alcalde (o eso se comenta) decidió que, como buena ciudad importante, debía tener un árbol de navidad a la altura de las circunstancias. Se destinó a tamaña obra la nada desdeñable cantidad de 15 millones de rublos. Al cambio actual salen 335.000 euros (casi 56 millones de pesetas), o 458.500 dólares. Tenía que ser el mejor árbol de navidad de Rusia. O algo. O no.
El caso es que yo quise hacer una especie de progresión sacando unas cuantas fotos del árbol en construcción desde el mismo punto. La cosa pintaba bien…
Vamos que nos vamos…
Que rápidez… ¡Ánimo!
¡Ya casi lo tenéis, chicos!
¡STOP!
A mi en este punto me asaltaban ciertas dudas…
- El material era nuevo.
- Los largueros eran perfiles de acero, casi seguro de origen chino. Dureza desconocida.
- La estructura se me antojaba un poco endeble. Tiene que soportar mucho peso.
- Los “constructores”, una mezcla de Tajicos y Uzbecos, usaban más el martillo que la carraca (y eran unos bonitos tornillos y tuercas de métrica 5 o 6, así a ojo).
Pensé: “no soy ingeniero de estructuras, seguro que todo está bien, habrá alguién que habrá tenido en cuenta el peso, las inclemencias metereológicas (el viento, el peso de la nieve) para decidir que sección de perfiles, la tornillería, etc”
Y entonces, el día 9 de diciembre, sucedió lo siguiente:
Había estado nevando todo el día, hacía viento… yo saqué esta foto con el móvil cuando atardecía.
Rápidamente, en las noticias, empezaron a bajar el coste del esperpento: algunos medios dijeron 12 millones, otros dijeron que “solo” 7 millones… en cualquier caso, un despropósito, y un derroche de dinero del contribuyente (como en todas partes, que curioso). También rápidamente sacaron el libro de excusas. En esta noticia se ve al capataz, Alejan Abasov (0:27), diciendo que todo está bien, que ellos han hecho un buen trabajo (apoyándose en los travesaños endebles), y que no nos preocupemos, que había material para reconstruirlo, etc. También se escucha a la chica que lee la noticia decir “семь миллионов рублей” (sem millionov rubley) (0:50).
Otra cosa curiosa es que no es la primera vez que pasa…
En 2009 ocurrió lo mismo.. sólo que esa vez, el árbol (idéntico a este) costaba 10 millones de nada, y encima cayó la víspera del 31 de diciembre. Un triunfo. Se puede ver algo de info aquí y aquí (no pienso comentar nada sobre la pancarta hecha en comic sans).
Los rusos, como buenos cachondos mentales que son, empezaron con las bromas.. “es tradición”, “pobres mujeres de Vladivostok que ni los árboles se levantan”, etc, etc.
Afortunadamente, Alejan y sus muchachos se dieron mucha prisa montando el arbol “nuevo”.
Y se aseguraron esta vez de lastrar bien la base y ponerlo bien plano…
Pero como buen cuento de navidad, todo se solucionó a tiempo, los protagonistas fueron felices y comieron caviar rojo y ensalada para la resaca..
Y como dice un dicho popular: “They boil beans everywhere”.
¡Felices fiestas a todos!
