Ya hemos llegado

Pues si, ya hemos llegado. No se puede decir que ha sido fácil, pero si más que otras veces.

La ruta elegida esta vez era Bilbao – París – Moscú – Vladivostok, con 3 horas entre aviones. Parecía buena idea al principio, aunque hay un par de peros…

Charles de Gaulle

Lo primero de todo: hay obras. Así ya se sabe que no va a ser fácil. Un autobús para cambiar de zona, y otro para cambiar de terminal. Hasta ahí, todo bien.

Luego, en la susodicha terminal, una buena cola (tiempo medio de espera, según el cártel: 20 minutos). Así que nada, yo, con una cazadora gordísima, con la cámara de fotos, la maleta de cabina, al lado de un cartel gigante que era como Mercurio  de caliente, rodeado de americanos, canadienses, japoneses, chinos, y demás, para que luego una chica mire el pasaporte de reojo y me diga: “suivant”. Eso si, varias cabinas de aduaneros, vacías.

Después de esa cola, otra, como no. Aquí el típico circo: “quítese todo, póngalo aquí, rayos-x, arco detector de metales, etc”. Y me tocó en una cola con un montón de peligrosos turistas japoneses a los que les pararon tres o cuatro maletas para una inspección, aunque yo pasé sin problemas.

A continuación, a esperar. Una zona muy bonita, con muchas PS3 para poder echarte una partida, y tiendas de “Beauty Free” con precios astronómicos. Lo normal, vaya.

CDG - Oh, lala

 

Sheremetyevo

Es un aeropuerto enorme de Moscú, que ha mejorado mucho en los últimos tiempos.

Vamos a poner un mapa (clic para ver)..

Sheremetyevo

Cuando se inauguró el aeropuerto, en 1959, constaba de una sola terminal, Sheremetyevo-1, que es lo que hoy se conoce como terminal B (entre las terminales A y C). Básicamente es como una estación de autobuses un poco grande: sencilla, y bastante caótica.

En 1980, para las olimpiadas, se abrió Sheremetyevo-2, en el mapa, terminal E. Era la terminal que recibía los vuelos internacionales, mientras que la antigua terminal 1 quedó para los vuelos domésticos.

Esto ha sido así hasta hace bien poco. Si volabas desde Madrid, por ejemplo, llegabas a Sheremetyevo-2, y tenías que buscarte la vida para llegar a la otra terminal. Al recoger la maleta y salir al hall del aeropuerto te asaltaban un montón de tipos con la retahila de “taxi, taxi”, y eso que había un autobús bien económico. El problema de cambiar de terminal es que se tenía que rodear el aeropuerto y las pistas, lo cual llevaba sus buenos 30-40 minutos (sin tráfico).

Ahora parece que eso pertenece a la historia, ya que los aviones llegan (muchos) a la terminal D y salen desde la misma terminal D, por lo que no hay necesidad ni de abandonar la terminal (bravo).

Aun así, y para dejar un recuerdo peremne, nos “extraviaron” temporalmente las maletas… fuimos donde el mostrador de equipajes, donde un par de señoras bregaban con la pequeña multitud que también había perdido su maleta. Una señora que estaba justo delante recuperó su maleta casi al momento, lo cual nos dió esperanzas….

En efecto, despues de hablar con las señoras, una de ellas apareció con las dos maletas en perfecto estado, despues de esperar 30 minutos, porque “las habían mandado a la zona de tránsito” (cosa que no debería de ocurrir, ya que según normativa, hay que pasar por aduanas al entrar en el país).

Después de facturar, nos encontramos en la zona de embarque, que me recordaba mucho a la antigua Sheremetyevo-1: muchísima gente en poco espacio, largas colas, y un ambiente muy cargado. Si a eso se añade que el vuelo a Vladivostok se hace ahora en un Boeing 777 (400 plazas aprox.), el resto lo podéis imaginar…

(Gentío en plan lemming, sin saber donde ir)

El vuelo sin incidencias: Buena comida, un sistema de infotainment genial (ví dos películas y episodios de “padre de familia”) y llegamos a Vladivostok en solo 7 horas… ¡porque ahora se sobrevuela China!

El aeropuerto de Vladivostok también ha sido actualizado y puesto al día. La última vez que estuve allí (2010), volamos en un Airbus 330-300 que no podía acercarse a la terminal, y te llevaban en un autobús sin aire acondicionado hasta la terminal. Esta vez, no sólo nos acercamos a la terminal, sino que encima teníamos finger. Un lujo.

Aeropuerto ARTEM